Hay algo que casi nadie admite en voz alta: muchas personas con años de experiencia profesional siguen sintiendo un nudo en el estómago cuando tienen que grabar un vídeo para su negocio.
Si te ocurre algo parecido, no eres la única persona a la que le pasa.
Y lo más importante: el bloqueo al grabar vídeo tiene una explicación que casi nadie te cuenta.
Hay una forma diferente de salir de esa situación, mucho más sencilla de lo que parece y que poca gente conoce. Llegaremos a ella dentro de un momento, pero antes quiero explicarte por qué tu cuerpo reacciona así cada vez que te pones delante de la cámara.
Porque cuando entiendes eso, todo lo demás empieza a encajar.
Por qué nos bloqueamos al grabar vídeo
Durante años he visto repetirse la misma escena en consultores, coaches, terapeutas y formadores que dominan su trabajo… y, sin embargo, cuando toca ponerse frente a la cámara, algo se encoge por dentro. No importa lo mucho que sepan o lo preparados que estén: el bloqueo al grabar vídeo aparece igual, como si llevaran toda la vida evitándolo.
Este bloqueo no es un capricho.
Tampoco es una cuestión de personalidad.
No es falta de técnica, es otra cosa
Puedes aprender mejor iluminación, tener un móvil fantástico o practicar en voz alta la lectura de tus guiones…
y aun así seguir sintiendo esa tensión cuando aparece el objetivo delante.
Esto es porque el cuerpo reacciona como si estuviera ante una exposición demasiado grande. Una reacción automática muy relacionada con cómo funciona el sistema nervioso.
Cuando la cámara despierta una especie de alarma interna
No es racional.
Es más antiguo que eso.
Tu parte consciente quiere grabar.
Pero tu cuerpo interpreta la situación como algo que te pone en evidencia, y activa un modo de protección.
Aquí es donde enfoques basados en neurociencia, patrones corporales y PNL empiezan a cobrar sentido.
Porque no trabajan con la mente en abstracto, sino con la respuesta física que aparece en el momento en que te grabas.
Señales de que tu bloqueo es más habitual de lo que crees
Lo cuento porque lo he visto una y otra vez:
Preparas todo al detalle… para no grabar al final
Guion, set, accesorios.
Perfecto en teoría.
Imposible de arrancar en la práctica.
Te ves en pantalla y no te reconoces
La frase típica: “parezco otra persona”.
No eres tú, es la tensión hablando por ti.
Sabes exactamente qué decir, pero algo se frena
En sesiones presenciales hablas con soltura.
En vídeo, tu cuerpo dice “espera”.
Cómo empezar a desbloquearte al grabar vídeo
Hay pasos que ayudan mucho y no requieren grandes esfuerzos.
1. Grábate sin intención de publicar
Vídeos cortos, rápidos, sin objetivo más que acostumbrarte a estar delante del móvil.
Se trata de rebajar la tensión, no de producir una obra maestra.
2. Cambia el foco: del “cómo lo digo” al “para quién lo digo”
Hablar a cámara no es un examen.
Es comunicación con otra persona.
Cuando lo vives así, la presión baja.
3. Encuentra el ritmo que te resulta más cómodo
Hay quien necesita pausas largas.
Hay quien fluye mejor con energía.
Tu manera es válida. Solo hay que descubrirla.
¿Y si el bloqueo viene de más atrás? Una reflexión necesaria
Hay momentos en los que, aunque hayas probado todos los consejos habituales, la tensión sigue ahí.
Toca mirar el bloqueo desde otro ángulo.
Uno que no se queda en la técnica ni en la voluntad, sino que trabaja con la respuesta automática del cuerpo.
Aquí entra en juego el trabajo de Rhodelinda Julián
Rhodelinda es especialista en comunicación auténtica y desbloqueo corporal.
Lleva años ayudando a profesionales que funcionan muy bien en su trabajo… pero que se sienten atrapados cuando les toca exponerse.
Su enfoque se apoya en:
- herramientas de PNL
- comprensión del sistema nervioso
- y procesos breves que trabajan lo que ocurre en el cuerpo cuando aparece el miedo escénico
No hablamos de oratoria.
Ni de técnicas para “parecer más seguro”.
Hablamos de un método práctico para desactivar la tensión que aparece justo en el momento de grabar.
Este miércoles 10 de diciembre, Rhodelinda impartirá un taller en directo donde explica cómo hacerlo.
Si vienes desde mi newsletter, ya sabes que me gusta recomendar solo lo que considero útil de verdad. Y este enfoque merece la pena escucharlo.
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Conclusión: grabar vídeo no va de perfección, sino de estar presente
Superar el bloqueo al grabar vídeo no tiene que convertirse en una lucha interminable.
No es cuestión de encontrar la frase perfecta ni de repetir trucos delante del espejo.
Es comprender qué está pasando dentro del cuerpo y darle una salida más amable.
Pequeños ejercicios, un enfoque distinto y un taller como el de este miércoles pueden marcar una diferencia importante en cómo te sientes al grabar.
Si grabar vídeos forma parte de tus planes —y seguramente lo sea— aprovecha la sesión de este miércoles y accede a una forma nueva de entender lo que te pasa cuando te bloqueas.
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¡Nos leemos en el próximo post!
