Nunca soy de los primeros, aunque tampoco de los últimos, en acceder a una novedad tecnológica, sea un dispositivo o sea un servicio. Se puede decir que me encuentro en el inicio de ese término medio general, indicativo de que algunas cosas se imponen irremediablemente. Y para mí, éste está siendo el verano del iPad. No compré el 1, ni el 2, pero con el 3 ya no he podido contenerme.
Hace un par de semanas adquirí mi primer ebook, «La civilización del espectáculo», de Mario Vargas Llosa.
Para poder leerlo descargué previamente la aplicación correspondiente de la librería en la que lo compré. A pesar de las muchísimas reseñas negativas que aparecían en el Apple Store referentes a la aplicación, no he encontrado grandes problemas en la misma (aunque no sea 100% satisfactoria en todo lo que promete). La lectura está siendo cómoda a pesar de utilizar una tableta. Digo esto porque al parecer los e-readers, los dispositivos de lectura con tinta electrónica, proporcionan una experiencia aún mejor. Poder hacer cualquier consulta en internet, sin moverte del sillón ni cambiar de dispositivo, con sólo poner el dedo sobre la palabra que genera una duda o una curiosidad, no tiene desperdicio.
Pero el presupuesto da para lo que da y, al menos en mi caso, no lo hace para demasiado capricho tecnológico (por no entrar en otras consideraciones sobre la responsabilidad social de multiplicar el aparataje doméstico).
Mi segunda experiencia de adquisición de contenidos digitales con la tableta se ha producido hoy mismo, cuando me he decidido a alquilar mi primera película en un video club on line. He echado un vistazo a algunas de las plataformas más conocidas, Filmin, Waki Tv, Youzee y Voddler, y a una interesantísima comparativa publicada por el Canal de Tecnología de Eroski Consumer. En el blog vayatele también han realizado un buen análisis de varios de estos vídeo clubs online. Finalmente me he decidido por Filmin, que me ha seducido por tener el catálogo más cinéfilo y la posibilidad de escoger versión original subtitulada.
Como no me gusta ver películas en el ordenador, he conectado el iPad a la tele por HDMI (hay un cable que transforma la salida del Dock en un HDMI). Una de mis preocupaciones era que la película se cortara o quedara colgada en algún momento, ya que se reproducía en streamming. Pero nada de eso ha sucedido. He podido disfrutarla en HD y en versión original subtitulada. ¿Que qué película era? «Shame». ¿Qué cuánto me ha costado? 2’95 euros, precio de vídeo club. Y puedo verla las veces que quiera durante 72 horas.
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Recientemente han aparecido dos noticias en «El País» de título similar: «El vídeo club online no despega» y «El e-book despega… pero vuela bajo». Desde aquí animo a editores y distribuidores digitales: si yo ya me he leído el primer libro y visto la primera película, abróchense los cinturones porque el despegue es inminente. ¿Quizá esta navidad?
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Malas noticias: Youzee empieza a recortar plantilla y abandona el modelo de suscripción: http://www.genbeta.com/multimedia/youzee-empieza-a-recortar-plantilla-y-abandona-el-modelo-de-suscripcion